Sueño.

La falta de sueño (duración y calidad) está relacionada con enfermedades como las enfermedades cardiovasculares, la depresión y la obesidad. Específicamente, cuando se trata de la obesidad, la falta de sueño puede alterar las hormonas como el aumento de cortisol (una hormona del estrés relacionada con el aumento de peso) y el aumento de la grelina (una hormona que estimula el apetito y los antojos) y la disminución de la leptina (una hormona que le dice a su cerebro cuando estás lleno). Los altos niveles de hormonas del estrés pueden aumentar la probabilidad de ansiar alimentos azucarados, grasos y salados. Controlar los problemas del sueño puede ayudarlo a tener más energía, comer menos y, en general, sentirse mejor. Reducir los niveles de estrés del día a día donde puede o mejorar la forma en que maneja el estrés puede tener efectos positivos en estos factores, así como en su plan general de control de peso.